Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar (el título cuenta más de lo que yo me atrevería a contar jamás) se subtitula Una novela para jóvenes de 8 a 88 años, subtítulo manido a fuerza de mal usado, pero que en este caso se justifica porque en el texto se encuentran expresiones tales como «poner patas a la obra», que es la que emplearían jóvenes de 88 años para LA GAVIOTA 5 ACTO PRIMERO Rincón del parque en la finca de Sorin. Una am-plia avenida que, partiendo del espectador, se hunde en el parque, lleva a un lago; en el paseo hay un ta-blado provisional levantado para una representa-ción en familia; cierra por completo la vista del lago. A derecha e izquierda del tablado, arbustos. Algunas sillas
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